En el mes de octubre se concientiza a la humanidad sobre la importancia de la salud mental.   Desgraciadamente la Pandemia ha puesto sobre la mesa cómo la humanidad está verdaderamente afectada mentalmente.  Vemos cada vez más como la gran mayoría de las personas están incapacitadas para trabajar con ellos mismos y son intolerantes con otras personas, ideas, filosofías, estilos de vida y muchas áreas más rodean.  No les gustan los silencios y cada vez están esclavizados a los ruidos tanto externos como de la mente.

Los seres humanos según la Astrología estamos compuestos por energías que rigen nuestras vidas.  Les hablo especialmente de la energía masculina y la energía femenina.  En otros vídeos les he hablado sobre como la energía masculina se relaciona a todo lo que es externo. Mientras que la energía femenina está relacionada con todo lo interno.  Ella es la que nos lleva a la paz interna, a la ternura, a la tolerancia, al Amor y mientras más vamos descubriendo nuestra verdadera esencia mayor es la conquista de nuestro propio Ser.  No obstante, la gran mayoría de los habitantes del planeta somos incapaces de conocernos a nosotros mismos y vamos aceptando más las opiniones de las otras personas como verdaderas en vez de abrazar más nuestra divinidad y nuestro verdadero Yo.  Esto es lo que nos ha llevado a donde estamos, hemos entregado el poder de lo que somos por el poder de otros sobre nosotros.   El planeta en el que vivimos es una energía femenina y ya vemos cómo lo hemos tratado.  Esto demuestra un desbalance en la conducta del Ser Humano. Así como está nuestro interior así mismo tratamos todo lo que nos rodea. 

Al vivir consciente de la importancia que tiene la salud mental para tener un cuerpo y relaciones sanas es imprescindible tomar más en serio las señales cuando estamos ansiosos, deprimidos, irritados y agresivos.  Para recuperarla es indispensable sacar tiempo de nuestro diario vivir para usar herramientas como la respiración, la meditación, caminar, pintar, dibujar, cantar, hacer mantras, bailar, en fin, todo aquellos que nos lleve a cambiar el ritmo de las energías que estamos acostumbrados a trabajar para sustituirlas con aquellas que nos ayuden a ser más tolerantes, más relajados, más compasivos, más sensibles y más amorosos.  Es un camino lleno de muchos retos porque para lograrlo exitosamente tenemos que reconocer si tenemos una mente toxica o estamos relacionándonos con personas que nos intoxican la vida.  Cuando vemos con más certeza lo que nos está afectando más podemos elegir por nosotros mismos no egoístamente sino saludablemente sabiendo que nadie puede hacer cambiar a nadie y que el único responsable por ti eres tú mismo.